Un molido fino y uniforme es esencial para obtener un espresso equilibrado. Utilice un molinillo con ajustes regulables para poder personalizar el nivel de molido con precisión.

Molido: El espresso requiere una textura fina, similar a la de la sal de mesa.

Molido fresco: muela los granos justo antes de prepararlos para conservar todo el sabor y la frescura del café.

Un apisonado (compresión) uniforme y firme es esencial para una buena extracción. Presione el café con unos 15-20 kg de presión y asegúrese de que la superficie sea lisa y uniforme.

Un espresso bien preparado tarda entre 25 y 30 segundos para un doble golpe (unos 60 ml). Ajuste la molienda y el tiempo de infusión según sea necesario para encontrar el equilibrio adecuado:

Infraextracción (demasiado poco tiempo): a menudo resulta en un sabor agrio y poco intenso.

Extracción excesiva (demasiado tiempo): produce un sabor amargo y quemado.

Limpie a fondo la cafetera después de cada preparación. Enjuague el portafiltro y el portafiltro y limpie el cabezal de la cafetera con regularidad para que los restos de café no afecten al sabor.